Adrián Alemán (1963) vive y trabaja en Tenerife. Es artista, además de docente e investigador en la Universidad de La Laguna. Su trabajo tiene un carácter obstinado, fruto de su decisión de vivir la experiencia artística en un contexto periférico en el que la visibilidad y el mercado del arte no juegan un papel determinante. Este compromiso con las prácticas artísticas como espacio autónomo de investigación, crecimiento y emancipación se propone contribuir, no obstante, al reconocimiento de subjetividades subalternas desde las que confrontar la colonialidad de la mirada.
En su tránsito entre lugares, memorias, discursos e imágenes, su proceso genera textos, fotografías, dibujos y objetos que extrañan sus referentes y, al mismo tiempo, los ponen en sintonía. Esta suerte de arqueología inversa precipita en una estratigrafía del presente que, a su vez, demanda y promueve una hermenéutica del imaginario que permita exhumar del continuo de la visualidad oscuras circunstancias aún emboscadas en sus ángulos muertos. Esta concepción benjaminiana de la historia la interpreta como un proceso dialéctico en el que un pasado que espera aún ser contado y un presente que busca un relato en el que poder reconocerse, colisionan con la intención de incendiar un orden de cosas alternativo.
Su trabajo arracima digresiones en torno al lenguaje, los signos y su decantación en el orden social. En la circularidad del deseo (1990) analiza el carácter indéxico de los objetos; El sueño evangélico de la colectividad (1999) recrea dispositivos disciplinares que invitan a pensar la relación entre comunidad y representación; SOCIUS (2010-12), un extraño salón náutico, metáfora de una isla completa, es una puesta en común(idad) de las trazas dejadas en el territorio por la matriz violenta del poder; Dialécticas criollas (2017- no concluida) plantea una investigación abierta sobre las confluencias discursivas que determinaron las representaciones paisajísticas en el contexto de las tensiones coloniales del siglo XIX, y sobre cómo persisten en los discursos culturales contemporáneos; Doble ciego (2024) es un epítome sobre la apariencia y la modernidad en el mismo corazón de las tinieblas.